¿Alguna vez ha notado que tu entorno da vueltas? Los ojos y el equilibrio están íntimamente relacionados. Es difícil mantener el equilibrio cuando vemos que nuestro entorno se mueve. A menudo decimos que los ojos son las ventanas del oído interno (donde se encuentra nuestro sistema vestibular). El motivo por el cual el equilibrio y los ojos están conectados es el Reflejo vestíbulo-ocular (RVO).
¿Qué es el Reflejo vestíbulo-ocular (RVO)?
Con el fin de mantener el equilibrio y orientarnos en el espacio, debemos integrar e interpretar la información visual (ojos), propioceptiva (información percibida a través de nuestros músculos y articulaciones para decirnos en qué posición o postura nos encontramos en el espacio) y vestibular (oídos internos que detectan el movimiento). Una alteración en cualquiera de estos tres sistemas puede tener un impacto en la capacidad de orientarnos y mantener el equilibrio. Cada uno de los sistemas debe intercomunicarse con los otros para no percibir mareo y/o inestabilidad.
El sistema visual y vestibular se comunican a través del reflejo vestíbulo-ocular (RVO). RVO es un reflejo que actúa para estabilizar la mirada siempre que haya movimiento de la cabeza. El reflejo tiene como objetivo estabilizar las imágenes en la retina del ojo durante el movimiento de la cabeza. En otras palabras, es el reflejo que mantiene el mundo visualmente centrado durante la realización de las actividades diarias.
El reflejo vestíbulo-ocular está funcionando constantemente cuando movemos la cabeza y el cuerpo.
¿Qué ocurre cuando el Reflejo vestíbulo-ocular no funciona correctamente?
Una disfunción del Reflejo vestíbulo-ocular puede provocar un episodio de vértigo. Sin embargo, no es necesariamente la causa subyacente de los trastornos vestibulares crónicos. Más bien, se considera el RVO se utiliza como referencia para saber cómo funciona el sistema del equilibrio en su conjunto.
El Reflejo vestíbulo-ocular generalmente funciona sin necesidad de atención. Interfiere en la estabilización de la visión, manteniendo el mundo estable en todo momento durante el movimiento de la cabeza. Cuando el reflejo está dañado, la comunicación entre los sistemas es defectuosa, pudiendo dar la sensación que la imagen del entorno se retrasa o salta al mover la cabeza. Así como, resulta difícil leer medios impresos debido a la imposibilidad de estabilizar los ojos frente a los movimientos involuntarios de cabeza.
¿Cómo se diagnostica una alteración del RVO?
El Reflejo vestíbulo-ocular nos informa acerca de la evolución y pronóstico de los pacientes con alteración del sistema vestibular (oído interno) a lo largo del tiempo.
La calidad del Reflejo vestíbulo-ocular se determina a través de una serie de pruebas vestibulares, con el fin de analizar los movimientos oculares en respuesta a diferentes estímulos visuales.
Con el fin de explorar dicho reflejo, se utilizan diferentes equipamientos como: videonistagmoscopio (gafas con cámaras de video que nos permite registrar los movimientos oculares) o V-hit (Video head impulse test) para analizar específicamente el Reflejo vestíbulo-ocular, entre otros.
¿Cómo tratamos una alteración del RVO?
A través de una evaluación adecuada y una terapia de rehabilitación vestibular especializada, podemos mejorar el Reflejo vestíbulo-ocular.
Las principales terapias vestibulares (habituación, estabilización de la mirada y entrenamiento del equilibrio) incorporan algún tipo de trabajo específico del RVO dentro de la terapia. A través de programas patentados de realidad virtual, sumergimos a nuestros pacientes en una variedad de entornos visuales que están diseñados para evaluar, trabajar y fortalecer el reflejo vestíbulo-ocular. Estas terapias se personalizan específicamente para cada paciente y requieren ser dirigidas y supervisadas por un fisioterapeuta especializado.
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